¿Recuerdas cuál fue la última inundación que viste con tus propios ojos? Tanto en la ciudad de Zaragoza como en las comarcas de la provincia por las que fluye el río, las inundaciones son un peligro contra el que hay que estar alerta año tras año.
El Ebro es el río más caudaloso de España, a él acuden 222 afluentes que recogen las aguas provenientes de las lluvias invernales y del deshielo, especialmente importante en el Pirineo y en gran parte de la Cordillera Ibérica. Cuando el caudal acumulado no cabe por el cauce las aguas del río se desparraman con ímpetu por las orillas generando pérdidas importantes en las cosechas y daños en multitud de infraestructuras y edificios.
A pesar de todo el riesgo al que nos exponen las inundaciones, también tienen su lado bueno. Un ejemplo de ello es el ya mencionado galacho de Juslibol, situado a unos 8 kilómetros de la ciudad de Zaragoza. Este lugar está considerado como un ecosistema único y singular, catalogado como espacio natural protegido, es el hogar de multitud de especies diferentes de plantas y animales. Sin duda, en él, podrás desconectar de la rutina y pasar un buen rato pero siempre con cuidado y respetando el entorno.
Quizás te gustaría conocer que «galacho» es una palabra aragonesa que hace referencia a un meandro abandonado. Y entonces… ¿Qué es un meandro abandonado? es una de las curvas de un río por donde antes circulaba el agua. Para generar este lugar se necesita un evento excepcional, como una gran crecida que simplifica el curso del río, haciéndolo más rectilíneo. En Zaragoza, esta riada sucedió en 1961 y alcanzó su máximo nivel el día 2 de enero, prolongándose hasta el día 7 y causando multitud de daños. ¿Hay peor manera de empezar el año?
Su caudal era de 4130 m3/s, que para que te hagas una idea sería casi el doble al de la crecida del 2015, donde si te acercabas a verla se veían flotar las bombonas de butano como si fueran hojas movidas por el viento. Se superaraban los seis metros de altura y se inundaban multitud de garajes y carreteras.
Tras finalizar la gran avenida de 1961 se depositaron gravas que hicieron que el cauce del río Ebro tomase un camino más corto y se generó el nacimiento del galacho de Juslibol, el meandro abandonado más joven del río Ebro. De esta manera, el galacho de Juslibol inmortaliza la mayor catástrofe del Ebro a lo largo del siglo XX.
¿Quieres saber más sobre el galacho de Juslibol?
El Ebro desbordado: Una historia de las crecidas del río en Zaragoza
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