El pasado mes de abril el equipo de Qeteo se trasladó hasta Castel de Cabra (Teruel), un pequeño pueblo de la Comarca de las Cuencas Mineras, para realizar la prospección paleontológica de un proyecto de explotación de varias concesiones mineras.
El trabajo se desarrolló en una zona con campos de cultivo y escombreras de una antigua mina. Aunque no se efectuó ningún hallazgo destacable, los fósiles sobre la superficie eran muy abundantes y estaban representados, en su mayoría, por ostreidos y gasterópodos.
Las prospecciones son una exploración superficial y sistemática, que se realiza de forma visual, con la finalidad de detectar restos históricos y paleontológicos. Así como estudiar el impacto que puede generar la actividad humana en estos y los riesgos que se derivan de dicha actividad, con la finalidad de proponer soluciones para minimizarlos y mitigarlos.
Esta zona de Teruel tiene una gran diversidad geológica, en la que se pueden ver rocas de distintas edades, composiciones, contenido paleontológico y estructuras. Aún así, a nivel económico, lo más relevante siempre ha sido la minería, debido a ello el patrimonio geológico que ha quedado en la zona, en su mayoría procedente de las labores mineras, es digno de ver. Hay incluso algunos pueblos, como Escucha, donde se han abierto museos para poner en valor este patrimonio y atraer con ello al turismo.