Esta es tu oportunidad para experimentar un vaivén de sensaciones en un único viaje. El curso alto del río Arba y sus piscinas naturales es un lugar verde y fresco mientras que la aridez y los ocres de los Aguarales lo convierten en un lugar mágico y diferente que bien se podría conocer como la pequeña Capadocia aragonesa.
Nos encontraremos a las nueve de la mañana en el Albergue de Ejea de los Caballeros, un alojamiento sencillo pero con mucho encanto para venir con la familia o amigos.
Tras la bienvenida pondremos rumbo a Luesia, para visitar y pasear por el entorno del Pozo Pígalo, donde, si el tiempo nos lo permite, podremos darnos un baño refrescante. Un pícnic casero y sabroso antes de volver, nos ayudará a reponer fuerzas.
Continuaremos la visita por la tarde yendo a Valpalmas, dónde se encuentran los Aguarales, un lugar protegido por el especial interés de sus formas en el relieve y los fenómenos que lo forman que aún están activos. Los recorreremos de la mano de un guía experto geólogo durante el atardecer.
¡No te olvides la cámara!
Regresaremos a Ejea de los Caballeros, donde habrá tiempo libre para que visitéis a vuestro ritmo y encontréis los rincones más atractivos que esconde esta ciudad.
Tras un alegre y variado desayuno partiremos a Sierra de Luna para visitar el yacimiento de huellas petrificadas de mamíferos. Allí descubriremos, con la ayuda de un guía experto geólogo, que las huellas nos desvelan la vida y el paisaje de un pasado muy, muy lejano que nada tiene que ver con lo actual.
Después de este paseo, acabaremos nuestra escapada en el Museo de Aquagraria, el museo de la Agricultura más espectacular de España.
